Nosotros como seres humanos estamos constantemente intentando superarnos, con el fin de llegar a ser nuestra mejor versión posible. Similarmente, todo ámbito controlado por las personas continua con esta mentalidad innovadora, la cual se ha incrementado aún más durante los últimos años – tanto por la pandemia de COVID-19 como por el crecimiento de la población mundial.
Una ciudad inteligente – Smart City – es un marco compuesto por tecnologías inalámbricas impulsadas por información y comunicación para desarrollar, implementar y promover prácticas de desarrollo sostenible en un área.
La realización de esta idea produce una oportunidad comercial viable, el desarrollar tecnología para ayudar a las ciudades a proporcionar de manera eficiente los cimientos, la energía, el transporte, los recursos, los trabajos y los servicios adecuados para sus residentes. Los ciudadanos se pueden involucrar con los ecosistemas, los servicios y la infraestructura física de las ciudades inteligentes mediante el uso de teléfonos inteligentes, dispositivos móviles y hogares conectados, lo cual logra reducir costos y mejorar la sostenibilidad. Adicionalmente, las comunidades pueden mejorar la distribución de energía, agilizar la recolección de basura, disminuir la congestión del tráfico e incluso mejorar la calidad del aire.
Los Smart Cities se han vuelto extremadamente populares a raíz del COVID-19, ya que es posible aprovechar su tecnología para rastrear contratos y controlar los brotes. Por ejemplo, en Singapur, los ciudadanos descargan una aplicación basada en señales de Bluetooth para el rastreo de contagios, mientras que Taiwán instaló un sistema de huellas digitales que rastrea las señales celulares para hacer cumplir la cuarentena domiciliaria; este sistema ha logrado disminuir los contagios hasta a un promedio de seis casos diarios. Estos se encuentran dentro de las ciudades con mayor reconocimiento en relación a su desempeño inteligente como Smart Cities. Contando con los desarrollos más comunes en estas – movilidad, cuidado de la salud, seguridad, agua, energía, compromiso, comunidad, desarrollo económico y en viviendas y el control del desperdicio – la lista de líderes en este modelo es la siguiente, según la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos:
Con una población rápidamente creciente, su gobierno busca avances digitales para aumentar la productividad en una economía ya avanzada, con el objetivo de recopilar digitalmente información de toda la ciudad utilizando sensores vinculados a cajas de agregación, para su análisis y acción en la prestación de servicios.
Actualmente desarrollan un plan para digitalizar todos los servicios gubernamentales, incluidas unas 100 iniciativas que abarcan transporte, comunicaciones, infraestructura, electricidad, servicios económicos y planificación urbana.
Gracias a sus esfuerzos para abordar el cambio climático, la capital ha avanzado notablemente, adoptando un amplio uso de sensores para controlar la iluminación, la calefacción y la refrigeración en los edificios – los cuales consumen el 40% de la energía mundialmente. El objetivo de la ciudad es reducir las emisiones hasta en un 95% para el 2030, creando oportunidades en el desarrollo de vehículos eléctricos, una red inteligente y tecnología de carga de vehículos eléctricos.
Han desarrollado un sistema que monitorea el tráfico, la calidad del aire, la gestión de residuos, el uso de energía y otros elementos. Además, compara las operaciones en tiempo real, conectando redes de estacionamiento, semáforos, edificios, medición inteligente y los de carga para vehículos eléctricos – dirigiendo el tráfico en tiempo real y optimizando el uso de energía de acuerdo con los precios del combustible, el movimiento del tráfico y el clima. Esta capacidad de analizar, medir y comparar todos estos datos está destinada a impulsar una mayor eficiencia en la prestación de servicios.
Involucrando a la comunidad en sus innovadores planes, Boston centra su plan maestro en la participación ciudadana, o “urbanismo participativo”, utilizando una colección de aplicaciones para que los ciudadanos reciban información sobre estacionamiento, informen problemas de servicio o se comuniquen entre sí. Se está iniciando una campaña para facilitar la movilidad basada en microhubs de movilidad, creando un quiosco digital que proporcionará información en tiempo real sobre autobuses y trenes, así como bicicletas compartidas, coches compartidos y otros servicios. Los sensores inteligentes conectarán los microhubs con señales de tráfico en red en distritos congestionados conocidos.
A través de su “IoT Living Lab”, un área de 3700 metros cuadrados equipada con balizas habilitadas para la internet de las cosas (IoT), los usuarios pueden acceder a los datos mediante dispositivos Bluetooth. Las balizas utilizan “LoRaWan”, un protocolo de máquina a máquina, para enviar paquetes de datos a distancias que alcanzan los tres kilómetros.
La ciudad lanzó un programa piloto que colocó cientos de sensores inteligentes y una red de área amplia de bajo consumo en varios distritos comerciales. Los datos recopilados ayudarán a administrar la recolección de basura, ya que los contenedores de residuos equipados con sensores controlan cuando las latas están llenas y transmiten esa información a los equipos de eliminación. Adicionalmente, los quioscos de carga en línea están reemplazando las cabinas telefónicas públicas para permitir la conectividad a Internet.
El alcalde presenta el “Desafío de Innovación Cívica”, una plataforma incubadora para que las nuevas empresas desarrollen soluciones para una amplia gama de problemas urbanos, la cual encaja con la iniciativa política de hacer que los datos públicos sean lo más abiertos posible, fomentando la colaboración entre los sectores: público, tecnológico y académico.
Ahora está saturada de sensores montados en postes de luz LED que ayudan a monitorear el tráfico, la calidad del aire, la actividad de los peatones y el ruido, y que pueden atenuar o apagar las luces según sea la necesidad. Los contenedores inteligentes equipados con aspiradoras aspiran los desechos al almacenamiento subterráneo, reduciendo los malos olores y disminuyendo el número de viajes de los camiones recolectores. También, brindan a los administradores de la ciudad datos sobre los niveles de desechos y dónde se acumulan más rápido o más lento. Resultando una mayor eficiencia operativa y al sistema de bicicletas compartidas de la ciudad, el cual esta destinado a reducir el número de automóviles.
Su característica más atractiva es una nueva pantalla de tablero de la ciudad compatible con dispositivos móviles, la cual utiliza datos recopilados de varios departamentos gubernamentales para mostrar imágenes, mapas, iconos y gráficos en tiempo real de información, como la velocidad media del tráfico en diferentes distritos y túneles, así como la temperatura, las precipitaciones o la disponibilidad de aparcamientos. A medida que se desarrolle, se agregarán más datos de autobuses y trenes, ideando como incorporar más a las pequeñas empresas y las personas para desarrollar una economía digital.
En Panamá, se apuesta que Calle Uruguay – en donde se localiza Uptown, considerablemente, un líder en esta situación progresista – se convertirá en el primer Smart City de Panamá, ya iniciando con el primer paso clave: su renovación urbana. Con infraestructura totalmente nueva, aceras amplias y mobiliario moderno, Calle Uruguay promoverá un sentimiento de comunidad más abierto y seguro, tomando en sus manos la evolución de lo que se conoce como urbano.
Urbanismo, por definición, es el estudio y la práctica de la planificación, diseño y orden de una ciudad o territorio, una prioridad al buscar una mejor calidad de vida. Desde una perspectiva integral, el urbanismo acude a buscar soluciones a los problemas asociados al constante crecimiento de la población, y por ende, de ciudades y espacios públicos. Este facilita el rescate de centros históricos, dotación de servicios públicos, mejorando la vialidad, transporte, desarrollo económico, entre otras necesidades y amenidades. Gracias al modelo de un Smart City, ahora, el urbanismo puede ir de la mano con el desarrollo tecnológico, un paso adelante hacia lo que nos espera en el futuro.